Después de durar varios meses en terreno positivo e incluso por encima de la inflación, el Índice de Precios al Productor (IPP) mostró una desaceleración en su tasa mensual e incluso pasando por cifras negativas.
Este indicador es usado para definir la variación en los precios de algunos componentes de la tarifa de electricidad. Este es el caso de la transmisión y la distribución, cuyos ajustes se definen con el IPP mensual.
Sin embargo, el año pasado, este indicador tuvo un comportamiento atípico, creciendo por encima de la inflación y haciendo que las tarifas de la electricidad aumentaran de forma considerable.
En noviembre y diciembre estuvieron por cercanos al -1%. Cabe recordar que el año pasado, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) emitió una serie de resoluciones con el fin de cambiar el impacto de esta variable.
Lo que se definió es que se usaría el menor indicador entre IPC (inflación) e IPP para definir el incremento mensual de los diferentes componentes.
Adicionalmente se modificó que el mínimo de incremento, que antes estaba en 0,6% y ahora su límite inferior es de 0%.
Camilo Sánchez, presidente de Andesco, explicó que tanto el comportamiento del IPP, como esta medida van a permitir que los precios de la electricidad tengan una meseta y el alza se vea controlada.
Destacó que si bien esto no va a llevar a una disminución, sí va a generar que el alza se controle. Un comportamiento dispar al que se está viendo a nivel global, puesto que los energéticos han tenido un alza, tras el conflicto Ucrania – Rusia.
Ahora bien, resalta que esto no va a generar disminuciones en los precios.
Por esto, actores del sector han pedido medidas adicionales que sean estructurales. Una de ellas relacionada con el manejo del componente de pérdidas. De hecho, actores del sector han apuntado que las pérdidas sean repartidas de forma igualitaria en todo el país.
Esto permitiría que en el Caribe se redujera hasta el 25% el costo de las facturas, aseveró Sánchez. Esta alternativa también fue propuesta por Javier Lastra, presidente de Afinia, quien le envió al Ministerio una serie de ideas de cómo se podría reducir el alza en costos.
Otro de los planteamientos que hizo la compañía fue obtener un costo de comercialización promedio asociado al reconocimiento del riesgo de cartera en la región caribe y distribuirlo entre todas las comercializadoras.
Este comportamiento llevaría a que en la costa caribe cayera $37 por kilovatio, aunque aumentaría en $11 la unidad en el resto del país.
Para las regiones del país ubicados por debajo de los 1.000 metros sobre el nivel del mar (es decir, los de mayores temperaturas) Lastra sugirió incrementar el consumo mínimo de subsistencia. Cabe resaltar que esta es una medida que de hecho el Gobierno incluyó este tema en el articulado del Plan Nacional de Desarrollo (PND).
Por otra parte, se suman a unas medidas que la ministra Vélez informó que se están trabajando para corregir de forma estructural las alzas en precios. Gremios como Acolgen han manifestado que presentarán más ideas con el objetivo de llegar a soluciones desde la institucionalidad y el trabajo conjunto de Gobierno y sector privado.
Indexador propio
Por cuenta del comportamiento anómalo del IPP y el IPC, voces del sector han señalado que se debe trabajar en la creación de un indexador propio para el sector.
De hecho, la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, aseguró que ya la cartera, junto con otras entidades, como la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, están trabajando en el desarrollo de este.
Sánchez explicó que este debe aislar algunos factores como los precios de los alimentos, que impactan fuertemente al IPP, pero que no tienen una relación directa con el sector eléctrico.
Ahora bien, uno de los requisitos que se pide para el desarrollo de este es que pueda ser abierto, lo haga una entidad independiente y que pueda ser de consulta abierta, por motivos de transparencia y trazabilidad. Por esta razón la propuesta ha sido que el Dane pueda construir un indicador que rija al servicio público.
Inflación impacta
Además del índice de precios al productor (IPP), otras variables del precio de la factura se definen con el dato mensual de inflación. Estas son la generación y la comercialización. A diferencia del IPP, la variación mensual de la inflación ha sido histórica, siendo la de enero de 2023 (1,78%) la mayor que ha registrado el país desde febrero de 2001.
Estas variables tendrán un importante peso en el comportamiento de la tarifa final, dado que la generación representa más de 40% y la comercialización un 13% del precio final del servicio.
Fuente: Finanzas – Portafolio