El nuevo gobierno tiene como meta avanzar en la adopción de energéticos renovables en la matriz de generación. Los líderes estudian cómo se haría.
El Gobierno Nacional ha hablado de una política de aceleración de la transición energética. La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, ha asegurado que se está haciendo un esfuerzo desde el gobierno para “masificar las energías renovables”.
Durante el Congreso Nacional de Minería, Vélez aseguró que ello podría conllevar riesgos como una exacerbación del extractivismo.
Cabe recordar que para llevar a cabo este plan se requieren una serie de minerales estratégicos como el cobre y el níquel, por ejemplo, que son transversales a casi todas las tecnologías de generación renovable. Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, aseguró que para generar tres megavatios de energía solar se necesitan unas 5,5 millones de toneladas de cobre, con lo que es fundamental que se mantenga la producción y quizá se deba incrementar para dar abasto con la demanda que se producirá en los próximos años.
De hecho, desde 2022 hasta 2027 se estima que entren al sistema 10,2 gigavatios de energía solar fotovoltaica (cerca de 60% del tamaño de la matriz energética actual).
Esto ha puesto en el debate el papel de la minería para apoyar la transición energética.
De hecho, Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), aseguró que por primera vez en el debate nacional se hablaba del rol fundamental de esta industria para el futuro y la sostenibilidad del país.Al respecto, varios líderes de la industria han recalcado el papel que van a jugar sus operaciones para apoyar este plan de campaña que busca acelerar la transición hacia energías más limpias.
“Para cualquier transición energética y para vivir se requieren minerales, así que estos se van a seguir explotando ya sea en Colombia o en cualquier otra parte”, señaló Ricardo Gaviria, presidente de Cerro Matoso.
La operación de esta empresa produce ferroníquel, usado para la fabricación de acero inoxidable. Así mismo, el níquel es considerado fundamental para el desarrollo de proyectos de nueve tecnologías de generación, dentro de las cuales se encuentran eólico, hidráulico y geotermia.
Sin embargo, el mineral que es transversal a cualquier tipo de tecnología es el cobre. En Colombia si bien hay exploración y varios proyectos haciendo el proceso para producir este metal, el caso es que solo una mina lo extrae actualmente. Se trata de El Roble en el Carmen de Atrato, Chocó.
Una de las empresas que está en proceso para recibir luz verde y empezar a construir la mina es Minerales de Córdoba en su proyecto El Alacrán. Al respecto, Santiago Varela, gerente general de la compañía señaló que “es importante que el gobierno fomente la exploración de estos metales”.
A esto Sarah Armstrong, CEO de la misma minera, añadió que para que el plan de gobierno se cumpla debe haber un acompañamiento efectivo al sector.
Ahora bien, ¿esto significa que el gobierno deba promover rondas para exploración de minerales considerados estratégicos? La ministra Vélez aseguró que es posible que den nuevos títulos mineros para avanzar en este proceso.
“Nunca hemos dicho que no vamos a otorgar nuevos títulos”, aseguró. Si bien la ministra afirmó que se revisaría la opción, dijo que uno de los trabajos era revisar la metodología. “No estoy segura de que sea esta la figura. Tenemos que revisar cómo ha funcionado, esta es una revisión pendiente”, aseguró.
Gaviria señaló que “antes de hablar de que el gobierno promueva nuevas rondas, la invitación es que conozcan nuestra operación”. Destacó que la profundización en los aprendizajes de las compañías puede extrapolar aprendizajes aplicables.
Durante su intervención en la clausura del Congreso Nacional de Minería, el presidente Gustavo Petro, abrió las puertas a la exploración de los metales que sean estratégicos, afirmando que los que se requieren son como el níquel y el cobre y no tanto minerales como el carbón.
Ian Harris, CEO de Libero Copper, aseguró que el país tiene los recursos suficientes para hacer la transición. “Nuestro proyecto Mocoa tiene la capacidad de hacer toda la transición energética del país, hay suficiente material”, dijo.
Hasta el momento, la empresa está en la fase exploratoria y espera avanzar en todos los trámites de licenciamiento y permisos para inciar la construcción, con lo que en 2030 podría empezar a producir el que sería uno de los proyectos más grandes del mundo y estratégico en la transición.
La generación de energía
Ya desde hace unos años el país ha venido en la promoción de energías renovables tanto convencionales (hídrica) como no convencionales (eólica y solar). La generación se produce en una gran proporción con las centrales hidroeléctricas y cuando baja el nivel de embalses, las térmicas (a carbón, gas o diésel) empiezan a funcionar.
Con las subastas de renovables que se promovieron en el gobierno pasado, entre 2022 y 2027 la Upme espera que ingresen cerca de 10,2 megavatios de energía solar, es decir 62% de la energía asignada por esta entidad. Le siguen 17% de eólicos y la misma proporción de hidroeléctricas. Es decir, que la matriz casi que duplicaría su tamaño con estos proyectos.